@sandra666
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Después de la difícil mañana, me preparé emocionalmente para enfrentarme nuevamente a la entrevista. A medida que se acercaba la hora, sentía una mezcla de ansiedad y determinación. Sabía que tenía que hablar sobre ese doloroso capítulo de mi vida, pero también entendía que enfrentarlo era crucial para avanzar.
Cuando llegó el momento de la entrevista, respiré profundo y me sumergí en la conversación. Al principio, me costó mucho hablar sobre mi pasado, pero poco a poco, las palabras comenzaron a fluir. El entrevistador fue muy comprensivo y me dio el espacio necesario para expresarme a mi ritmo.
Hablamos sobre varios aspectos de mi vida, pero al llegar al tema de mi infancia, tuvimos que hacer una pausa. Me resultó imposible continuar sin sentir una inmensa tristeza y angustia. A pesar de que no pude contar todo lo que quería en ese momento, el entrevistador me aseguró que podríamos retomar la conversación en otro momento cuando me sintiera más cómoda.
Salí de la entrevista sintiéndome aliviada, pero también un poco decepcionada por no haber podido enfrentar ese episodio de mi vida por completo. Sin embargo, me di cuenta de que cada paso que daba me acercaba más a la sanación y a la posibilidad de compartir mi historia con el mundo. Aunque el camino es difícil, estoy decidida a seguir adelante y enfrentar mis miedos para completar mi libro. Mañana será otro día, y estaré lista para enfrentar nuevos desafíos en este emocionante y aterrador viaje de autoexploración.
Hoy me desperté con una mezcla de emociones, ya que en un par de horas tendré que enfrentarme nuevamente a la entrevista para continuar hablando sobre ese episodio oscuro de mi niñez. Ayer tuvimos que parar porque no podía seguir explicándolo; fue demasiado doloroso revivir esos momentos.
Mientras me preparo para enfrentar este nuevo día, me siento ansiosa y nerviosa. Sé que abordar este tema es esencial para contar mi historia y darle vida a mi libro, pero al mismo tiempo, me da miedo enfrentar esos recuerdos y revivir el dolor. Me pregunto si podré manejarlo mejor esta vez y si podré encontrar la fuerza para contar mi historia completa.
Mi mente no para de dar vueltas a los detalles de aquel episodio, como si fuera una película en la que estoy atrapada. Me preparo un café y me siento en silencio, tratando de calmarme y centrarme en el presente. Me recuerdo a mí misma que lo que viví forma parte de mi pasado y que he sido lo suficientemente fuerte como para superarlo y llegar hasta aquí.
Respiro profundamente y trato de encontrar un enfoque diferente para afrontar la entrevista de hoy. En lugar de permitir que el miedo me controle, intento enfocarme en el hecho de que compartir mi historia podría ayudar a otras personas que hayan vivido experiencias similares. Esta idea me da un poco de consuelo y me anima a seguir adelante.
A medida que se acerca la hora de la entrevista, siento que una parte de mí está lista para enfrentarla. Aunque sé que será difícil y emotivo, también entiendo que es un paso necesario en mi viaje para escribir este libro y, en última instancia, sanar.
¡Hola a todos! Acabo de regresar de la entrevista que tuve esta tarde, y la verdad es que fue una experiencia muy emotiva. Aunque estaba nerviosa al principio, el entrevistador fue amable y comprensivo, lo que me ayudó a relajarme y abrirme sobre mi vida.
Una de las partes más impactantes de la entrevista fue cuando tocamos un episodio de mi infancia en el que me robaron la niñez. Fue un momento en el que pasé mucho miedo, sin ser consciente de lo que me estaban haciendo en aquel momento.
Revivir ese período de mi vida durante la entrevista fue abrumador. El miedo que sentía cuando era niña se apoderó de mí y no pude evitar que las lágrimas brotaran de mis ojos. El entrevistador se mostró comprensivo y sensible, y decidimos dejar a medias esa parte de la conversación para retomarla mañana, cuando me sienta más preparada para enfrentar esos recuerdos.
A pesar de la dificultad de revivir esos momentos, me he dado cuenta de cuánto he crecido y cambiado desde entonces. Aunque esa parte de mi infancia fue robada, encontré la fuerza para seguir adelante y convertirme en la persona que soy hoy.
Hoy es el gran día, la mañana previa a la reunión que tanto he estado esperando. Me levanté temprano, con una mezcla de emociones que me recorren: ansiedad, nervios, expectativas y entusiasmo. No pude evitar dar vueltas en la cama, pensando en lo que vendrá. Mi mente divaga entre recuerdos y reflexiones, intentando prepararme para lo que pueda surgir en el encuentro de esta tarde. 🛏️💭
Mientras me tomo mi café matutino, miro por la ventana y siento cómo el sol ilumina mi rostro, como si quisiera infundirme fuerza y energía. ☕️🌅 Me concentro en mi respiración, tratando de calmarme y centrarme en el presente. Hoy es un nuevo comienzo, una oportunidad de enfrentar mis miedos y crecer a partir de ellos. 💪🌱
No puedo evitar sentirme intrigada por cómo será la entrevista. Me pregunto qué preguntas me harán y cómo abordarán ciertos temas delicados de mi vida. La tensión aumenta cuando pienso en esos momentos específicos que, aunque me han marcado, son difíciles de compartir. Sin embargo, sé que es necesario enfrentarlos para poder avanzar. 🤔💔
Me siento agradecida por contar con el apoyo de todos vosotros, y por tener esta plataforma para compartir mis emociones y pensamientos. Vuestro ánimo y cariño me dan la fuerza necesaria para enfrentar este desafío. ❤️🙏
En unas horas, estaré en esa reunión, y aunque no sé exactamente qué esperar, estoy decidida a enfrentarla con valentía y determinación. A pesar de la intriga y la tensión que siento, confío en que esta experiencia será enriquecedora y me ayudará a sanar y crecer. ¡Deseadme suerte! 🍀🤞 Nos leemos pronto.
¡Hola a todos! 😊✌️ Aquí estoy de nuevo compartiendo con vosotros la increíble aventura de escribir el libro de mi vida.
Si recordáis, ayer os conté que me llamaron para hacerme la entrevista y, ¡adivinad qué! Hoy me han vuelto a llamar. La emoción que siento en estos momentos es indescriptible 🥰.
Esta vez, la llamada tenía un propósito diferente: querían citarme para hablar en persona y abordar algunos temas específicos, para así tener un trato más cercano y personal. ¡Mañana por la tarde será el gran encuentro!
Estoy emocionada, contenta, feliz y aterrada a la vez, ya que sé que habrá momentos en los que tendré que volver a enfrentarme a algunas experiencias difíciles de mi pasado que me causaron mucho dolor.
A pesar de ese temor, también estoy convencida de que esta oportunidad es única y no puedo dejarla pasar. Escribir el libro📕 de mi vida me permitirá enfrentar esos miedos y aprender a superarlos. Además, es una oportunidad de compartir mi historia y, quizás, ayudar a otras personas que puedan estar atravesando situaciones similares.
Esta noche, sin duda, será difícil conciliar el sueño. Estaré pensando en cómo será la reunión de mañana, en cómo me sentiré al hablar de esos temas difíciles y en cómo me recibirán las personas con las que me encontraré. Pero, a pesar de todo, estoy decidida a enfrentar este desafío con valentía y determinación 💪.
Prometo manteneros informados de cómo va todo y compartir con vosotros cada paso de este emocionante camino que he emprendido. Gracias por acompañarme en esta travesía. Hasta la próxima, os mando un fuerte abrazo y mucho ánimo a todos aquellos que también estén enfrentándose a sus propios retos. ¡Nos vemos muy pronto!❤️❤️