Reflexiones sobre todo y nada
17 Posts
A veces no sabe una que pasos dar, como si cualquier paso que fuera a dar fuese el mayor error de mi vida, nunca me dio miedo caminar, al final caminar es sinónimo de estar viva y vivir de verdad, xq a veces nos resignamos a dejarnos llevar por la corriente, otras en cambio nos quedamos sentados en un banco viendo cómo la vida pasa de largo.
A veces no sé cómo gestionar mis emociones, pensamientos y desvaríos (me está gustando mucho esta palabra), soy como una cascada a punto de saltar al vacío, como si por un momento estuviera al filo de un enorme precipicio y todas mis fuerzas se fueran en intentar saltar, cosa que nunca consigo.
A veces no sé cómo salgo a flote, entre dudas, inseguridades y complejos, que me tatuo a veces demasiado a fuego en mi cabeza, como si no hubiera más verdad que las palabras que me digo.
A veces no concilio el sueño pues de noche se despiertan los demonios que se han acostumbrado a dormir conmigo, en una especie de sarcástico pacto donde mi cordura es el blanco fácil del enemigo.
Hay días que se marcan de una forma extraña en en calendario, días que son pequeñas estacas que te apuñalan más cuando se van acercando.
Hay días que son heridas punzantes dispuestas a hacer que te desangres como una botella boca abajo cayendo al vacío.
De cristal, como si supieras que estás a punto de cortarte, que las horas se aproximan y se convierten en puñales.
Qué al final acaba llegando el día y sabes que habrá más 18 de enero, que volverás a revivirlo.
Qué las ausencias se sienten más en estos días, como si fuera una fecha que siempre te persigue.
Qué el dolor empieza a penetrarte cuando se va acercando el día, como si fueran pequeños granos de arena de un extraño reloj.
Qué seguirá pasando la vida y seguiré reviviendo ese día en un amargo deja-vu.
A veces siento que hay 2 personas en mi, dos versiones de un mismo todo que se complementan!
Una versión más amable, sencilla, extrovertida, divertida... y otra parte latente más oscura, solitaria, ausente, complicada.
A veces me miró al espejo y no se con cuál me encuentro, las semanas después de navidad son más complicadas: el comienzo de año, la cuesta de enero, las ausencias, las pérdidas, los nuevos comienzos... generan en mi más ansiedad de lo normal, mi mente divaga de un lado a otro sin encontrar su sitio, las situaciones más simples se me amontonan creando un vaso casi a punto de desbordarse.
Todo pasa y se que al pasar enero lo peor habrá pasado, pero cuesta deshacerse de situaciones que han pasado o al menos aceptarlas porque hay cosas que jamás se olvidan, y se quedarán por siempre como un tatuaje a fuego grabado de por vida.
Que tengáis buena noche compis ♥️🥺
Cómo ya he contado en alguna ocasión, llevo muchos años detrás de escribir un libro de poesia, pero al final por una razón o por otra acabo postergandolo.
Desde que he tenido a la niña (y sobre todo las últimas semanas) pues esa idea ha cogido más fuerza, porque ¿Qué sentido tiene que cuando sea más grande mi niña la diga que persiga sus sueños, si yo no los persigo?
Yo creo mucho en el horóscopo, no al 100% pero hay un horóscopo en específico que sigo en Instagram, "Horóscopo negro cáncer", y he de decir que acierta mucho, al menos conmigo, se que es imposible que acierte con todos los que hayamos nacido en el signo de cáncer.
Resulta que el año antes de que falleciera mi amiga lo mirabamos cada semana y la verdad es que tanto el suyo (Aries) como el mío atinaban casi en todo.
Pues bueno, hace unas horas me he encontrado con este mensaje (porque yo creo que son mensajes que te dicen cosas, señales que te impulsan si sabes verlas):
Pues creo que es una señal, creo que me está diciendo que siga mi intuición y siga adelante, que termine de dar el paso que se me queda trabado desde hace mucho tiempo. ¿Vosotr@s como lo veis?
¿Porqué creo que son señales?
Pues porque no me había metido en Instagram, había dado en la aplicación de Mamby y no se porque se ha metido en Instagram y me ha salido directamente ese mensaje. ¿Casualidad? No creo en ellas.
¿Vosotr@s que opináis?
El tiempo pasa, la vida pasa... hace apenas 2 semanas iban a llegar las navidades y hoy casi se han acabado ya.
La vida es solo un conjunto de instantes que ya no vuelven.
Lo que da valor al tiempo que vivimos es como lo vivimos, hay momentos que están vacíos y otros en cambio te llenan por dentro.
Quiero llenar mis días de momentos que me dejen sin aliento, recuerdos que perduren en mi memoria y que al recordarlos me provoquen una gran sonrisa. 🥰🥰
Si tuviera que definir este año con una palabra, sin duda sería "TRANSFORMACIÓN".
Ha sido un año precioso y muy complicado a la vez, ha sido un año donde no me ha quedado más remedio que ser fuerte cuando sentía tambalearse todo a mí alrededor.
Me he enfrentado a situaciones tediosas que al final han acabado saliendo bien, pero todo lo vivido ha sido como si fuera una escultura y cada circunstancia fuera como un pico que me hace mella. Y poco a poco esa escultura se ha ido tambaleando, hasta encontrarse hoy sin un rumbo fijo, con mucha incertidumbre y dudas de lo que vendrá!
El año nuevo se me presenta con una gran incógnita con respecto al trabajo, con muchas ganas de que vaya todo bien, pero con la duda de si será un buen año o no.
Este año ha sido un año con muchas luces y muchas sombras, un año a contrarreloj, difuso, confuso, de replantearme todo, de quedarme estancada,...
Supongo que así es la vida, ojalá haya un año que pueda decir lo contrario y decir que ha sido un gran año.
También tengo que reconocer que ha sido un buen año porque tenemos lo mejor que podría tener en la vida, que es nuestra niña! Que es el amor más puro que se puede tener.
Por eso también las dudas, y la necesidad de replantearme todo lo que era hasta ahora, laboralmente, emocionalmente,...
Se que es confuso y difícil de entender seguramente, pero es como me siento.
Muchos años atrás en un pueblo
con pocos habitantes. Había un manzano y un niño que solía jugar con el todos
los días. Con el paso del tiempo le cogió cariño, pues podía treparlo, tumbarse
a su lado, pedirle consejo, entre otras muchas cosas. El pequeño creció y y
durante muchos años no volvió a jugar con el manzano. Cuando volvió el árbol le
dijo:
- Te he echado de menos, te
gustaría jugar conmigo como antes, ¿te acuerdas?
- Si recuerdo lo bien que lo
pasamos, aunque ya no soy el mismo que antes. Ahora quiero juguetes y necesito
dinero.
- Respeto tu decisión, si te
sirve de algo puedo darte mis manzanas para que las vendas y consigas dinero
para tus juguetes.
El joven sintió una felicidad
pasajera y procedió a coger las manzanas. Fue al mercado y las vendió con
facilidad. Logró obtener el dinero que deseaba para sus juguetes. Paso por
varias tiendas y se dio todos los caprichos que había deseado. No volvió para
agradecerle al árbol su ayuda, ni para compartir sus juguetes.
Años más tarde siendo todo un hombre
regresó de nuevo al árbol.
- Que alegría verte, ¿Quieres
jugar conmigo? Te he echado de menos - le dijo al verlo.
- No tengo tiempo para jugar, mi
familia me necesita y tengo que hacer una casa para ellos ¿podrías ayudarme?
- Me temo que no tengo ninguna
casa, pero puedes utilizar mis ramas para construir una, son las más
resistentes que vas a encontrar por aquí.
El hombre cortó las ramas del
árbol sin pensar en el esfuerzo y sacrificio que eso suponía para su amigo.
Cuando terminó se despidió y construyo una casa humilde, a su familia le
encanto. Se le olvido volver para agradecerle aquel detalle. El árbol se sintió
triste.
Años más tarde el hombre volvío
de nuevo para pedirle un nuevo favor.
- ¿Cómo sigue tu familia? ¿Te
apetece jugar?
- No, estoy triste, cada vez
estoy más viejo. Me gustaría un bote para navegar y descansar ¿Tienes uno?
- No, pero puedes usar mi tronco.
Podrás construir un bote fuerte, y seguro que te hará feliz.
El hombre cortó el tronco y creo
un bote a su medida. Navegó en el durante años. Cuando envejeció volvió de
nuevo al manzano.
Este le dijo.
- Ya no puedo ofrecerte más
amigo, no tengo manzanas, ni madera, etc...
- Yo tampoco tengo dientes para
morder ni fuerza para hacer nada, estoy viejo.
- Me siento triste de no poder
ofrecerte nada más, pero solo me quedan mís raíces - dijo con tono apagado.
- Solo hay una cosa que necesito
en este momento, un lugar para descansar - dijo mientras se tumbaba en las
viejas raíces del árbol. Aquel descanso fue el mejor que tuvo en mucho tiempo.
El árbol se volvió a sentir feliz de nuevo.
El hombre se sentó junto a las
raíces del árbol, y el árbol volvió a ser feliz.
Moraleja: Esta historia tiene muchas interpretaciones, en una de
ellas el árbol podría ser nuestros padres, de pequeños los amamos pero conforme
crecemos solo regresamos a ellos cuando tenemos problemas o necesitamos algo.
Ellos siempre suelen estar ahí (a su manera) para hacernos felices. El joven
puede parecer malo, pero solo sigue sus intereses. Valorar a nuestros padres y disfrutar de ellos es uno de los placeres
más grandes en esta vida.
(Foto realizada en una ruta en Granada)
¿Os gustan los cactus?
Mi mejor amiga, mi compi-trueno, siempre decía que éramos como pequeños cactus que nos guardábamos todo para nosotras (sobre todo lo malo) y que normalmente la gente nos usaba para quitarse sus males y luego pues pasaban de nosotros, más o menos algo así. No sé si sabéis que dicen que los cactus absorben la energía negativa, o eso dicen, y eso nos pasaba a nosotras.
A ella, por desgracia, tanta negatividad que guardaba, acabo por arrebatárselo todo.
En gran parte tenía razón, muchas veces nos pasa, que siempre estamos para los demás, para que los demás estén bien, y luego ¿Para nosotr@s quién está?
Y si solo soy un pequeño cactus al que le empiezan a pinchar sus espinas,
si el sol de cada día empieza a quemarme la piel y resquebrajada se cae a tiras,
si ya no me queda agua que calme está sed, y la vida padece una sequía,
y si soy un pequeño cactus que la gente teme porque creen que pueden pinchar sus espinas.
¿Alguna vez os habeis sentido así?
A mí me ha pasado muchas veces, la gente tiene la costumbre de contarme sus problemas, en general casi todo el mundo, y con algun@s, pues es reconfortante porque es algo recíproco, pero hay otras personas con las que la comunicación no es bidireccional, en ningún caso, entonces vuelvo a casa con mi mochila cargada de piedras entre las mías y las de los demás.
Siento mucho la chapa que os estoy contando, en poco más de un mes va a hacer 3 años que perdí a mi mejor amiga, y cada día que pasa es una piedra más en mi mochila.
Que tengáis buena noche! ♥️♥️♥️🥰🥰🥰
Por cierto me encantan los cactus, como casi todas las plantas aunque se me de fatal cuidarlas! 😅🌵
▶️ imágenes obtenidas con Midjourney y Wombo.