Paseando por los "jardins des Tuileiries" llegamos a la plaza de la Concordia. En ella se encuentra uno de los obeliscos de la entrada del templo de Luxor, aunque cuando fuimos estaba tapado por unos andamios y no pudimos verlo... Así que nos hicimos las fotos con las fuentes que hay a ambos lados del obelisco.
Desde la plaza nos desviamos un momentito hacía la iglesia de La Madeleine, lo que originalmente tenía que ser un panteón construido en la época de Napoleon, y ese es el aspecto que tiene por fuera, al final acabó siendo una iglesia. Entramos y la vimos por dentro porque por fuera, también, estaba con andamios...
Nos tomamos un café/infusión en un café al lado de la iglesia que fue carísimo por la zona en la que estábamos. Aprovechamos para sentarnos un ratito y descansar los pies para seguir con nuestra siguiente visita: el hotel de la Marina. Es un edificio que sirvió como guardamuebles de la realeza y cuando llegó Napoleón lo transformo en sala de bailes para eventos. Está todo dorado y brilla mucho, al estilo Napoleón jajaja. Aunque lo que más me llamó la atención de esta visita fueron los auriculares que se usan para la audio guía. Son unos cascos que quedan algo alejados de la oreja por lo que te permite escuchar tanto lo que te explican de manera inmersiva porque parece que te transportan a ese ambiente y esta distancia también permite escuchar a las personas que tienes a tu alrededor y el ambiente actual, es como si se mezclasen los dos tiempos y es súper guay.
Salimos del hotel de la Marina para volver a la plaza y seguir el camino en linea recta hacía el Arco de Triunfo por el paseo de los Campos Elisios.
Al llegar al Arco de Triunfo nos hicimos la foto desde el punto habilitado para hacerse fotos con el monumento que hay en medio de la carretera. Había que hacer un poco de cola, fue rápido pero había un grupo de adolescentes que uno de los chicos no paraba de hacer poses estilo movimiento Vogue, que me parece genial si no fuera porque se hacia que las amigas le hicieran las fotos, las miraba, no le gustaban y volvía a ponerse para que le hiciesen más fotos, así un rato largo. Estaba incomodando tanto a la gente que quería hacerse fotos acaparando ese punto y como a sus amigas que estaban cansadas ya de las fotos y querían avanzar e irse a otro sitio... Además de que se ponía en medio de la carretera por donde pasaban los coches y era peligroso. Pero bueno, conseguimos hacernos las fotos que nos tomó otro chico que estaba solo en la cola y luego nosotras le devolvimos el favor haciéndole fotos a él.
Cruzamos la carretera otra vez y nos fuimos a la entrada del Arco para subir a la terraza y ver las pistas de París. Desde el Arco de Triunfo, en linea recta hacia un lado tienes el paseo de los Campos Elisios, la plaza de la Concordia, los jardines des Tuileries y el museo del Louvre. Hacia el otro lado, hay la parte más moderna de la ciudad: la zona de la Défense, llena de centros comerciales, edificios de oficinas, pabellones para eventos y otro Arco de Triunfo pero de estilo moderno. Hacia otro lado se ve el monte de Montmartre con la basílica del Sagrado Corazón y hacía el otro la Torre Eiffel.
Bajamos del Arco y deshicimos el camino recorrido para volver al hotel. Esa noche cenamos en un restaurante japonés que teníamos cerca porque a mi me encanta la comida japonesa y ella nunca la había probado, así que le hice una introducción a la gastronomía japonesa.
Plaza de la Concordia
Iglesia de La Madeleine
Hotel de la Marina
Arco de Triunfo
