Había una vez una pequeña aldea en las afueras de la ciudad, rodeada de densos bosques. La gente del pueblo vivía una vida tranquila y feliz, hasta que un día, comenzaron a ocurrir extraños sucesos. La gente empezó a desaparecer sin dejar rastro, y los que lograban volver, volvían con una expresión de terror en sus rostros.
Se decía que algo malvado estaba acechando en los bosques cercanos. Al principio, muchos pensaron que eran sólo rumores, pero luego, la evidencia se hizo más difícil de ignorar.
Una noche, un grupo de jóvenes decidió explorar los bosques en busca de alguna explicación. Todo parecía normal al principio, pero de repente, comenzaron a escuchar extraños ruidos en la oscuridad.
De repente, uno de ellos desapareció sin dejar rastro. El resto del grupo entró en pánico y comenzó a correr hacia la aldea. Pero algo los estaba persiguiendo. Podían oír sus pasos detrás de ellos, acercándose cada vez más. Al final, solo dos lograron escapar.
Esa misma noche, la aldea entera fue despertada por los gritos de horror de los dos jóvenes que habían logrado escapar del bosque. Dijeron que algo los había estado persiguiendo, algo que no podían ver. El miedo se apoderó del pueblo y la gente comenzó a barricarse en sus hogares.
Durante las siguientes noches, la gente podía oír extraños ruidos en la oscuridad, y algunos incluso afirmaban ver sombras moviéndose en la noche. Cada día, más y más personas desaparecían sin dejar rastro. Los que lograban escapar, decían que estaban siendo perseguidos por algo que no podían ver.
Finalmente, un grupo de cazadores decidió enfrentar a la criatura que estaba causando todo este terror. Armados con sus armas, se adentraron en los bosques en busca del monstruo. Pero nunca volvieron.
Desde entonces, la aldea ha permanecido en silencio. La gente ha dejado de explorar los bosques, y las casas permanecen cerradas y vacías. La única cosa que se oye son los extraños ruidos que vienen del bosque por la noche, y la gente se pregunta si la criatura que causó tanto terror sigue ahí fuera, esperando su próxima víctima.
