Amo los tréboles y siempre me suben el ánimo cuando los veo así que pensé en comprar resina para encapsular uno.
El primero no logré encapsularlo pero en el segundo intento si logré algo y me dió para reflexionar.
Estoy a un error más cerca del acierto.
Recordé al inventor de la bombilla, no recuerdo el número exacto de intentos hasta que logró encenderla; duras noches seguidas fracasando y sólo sé que fueron más de mil intentos pero gracias a él hoy podemos iluminarnos con algo que no sea fuego, así que tomé si ejemplo y sólo pude pensar que el artesano no es artesano sin antes equivocarse hasta acertar, practicando una y otra vez hasta la excelencia y eso haré, confío en mí y sé que si me lo propongo lograré grandes cosas.
Y tú...¿Confías en tí?