Algunas especies de salamandras parecen animales de ciencia ficción, con una curiosa característica en su ciclo de vida. Estos comienzan en el medio acuático con branquias, que les permiten respirar oxígeno del agua. Sin embargo, a medida que crecen y se hacen adultos, desarrollan pulmones y son capaces de respirar en la tierra.
¿Cómo es la reproducción y el ciclo de vida de estos animales?
La mayor parte de las salamandras son ovíparas. Cuando la hembra está lista para depositar los huevos, suele buscar un depósito de agua, como una charca o una parte mansa de un lago, río o arroyo. Esto es necesario porque de esos huevos emergerán crías con branquias externas para poder respirar. Estas son depredadoras y se alimentan de renacuajos e insectos acuáticos durante esta etapa de su ciclo de vida.
En algunas especies, como la salamandra común, una vez que han cumplido al menos un año empiezan a desarrollar pulmones y, una vez que estos son funcionales, salen del agua y comienza su fase de vida terrestre.
La madurez no es a la misma edad en las distintas especies, pues algunos de estos animales llegan a vivir más de 30 años. Cuando se ha realizado la reproducción, el ciclo se reinicia con una nueva puesta en el agua.

No obstante, al ser anfibios nunca se llegan a distanciar mucho de zonas con bastante humedad y acceso al agua. Al mismo tiempo, siempre necesitan parajes y entornos poco contaminados, pues son sensibles a la presencia de pesticidas y otras sustancias tóxicas.
El excepcional caso del ajolote
Hay una especie de salamandra muy especial. Hablamos del Ambystoma mexicanum, comúnmente llamado Ajolote, una especie endémica que tan solo se encuentra en México y actualmente está en peligro crítico.

La característica tan relevante de esta especie es que nunca llega a desprenderse de las branquias externas, por lo que llega a la madurez sexual y la adultez sin perderlas y, por tanto, son exclusivamente acuáticos durante toda si vida.
Siempre me han parecido una de las formas de vida más curiosas de todo el planeta. Y ustedes, ¿qué opinan?