EL REGRESO DE LOS MAMUTS
El mamut lanudo, además de ser una especie icónica, es una prioridad de los científicos que trabajan en procesos de des-extinción, por diversas razones: hay restos muy bien conservados gracias al permafrost, de los cuales obtener material genético; existen especies cercanas que pueden desarrollar embriones viables, como el elefante africano; y además, los científicos aseguran que el regreso de los mamuts podría mejorar el ecosistema de la tundra ártica y ayudar a mitigar el cambio climático.
Colossal lleva desde 2021 trabajando en la des-extinción del mamut lanudo con una herramienta de edición genética llamada CRISPR. El ADN recuperado de los mamuts encontrados en el Ártico ha sido completado con material genético del elefante asiático, con el que comparte el 99'6% de su código genético. Una vez consigan crear un embrión viable, la siguiente fase sería introducirlo en el útero de una hembra de elefante africano para que su desarrollo: la elección de esta especie en vez del elefante asiático se debe a que es más cercana en tamaño al de los mamuts y, por lo tanto, consideran que será más adecuada para la gestación.
La compañía se ha propuesto que un bebé de mamut vea la luz en 2027 o 2028 por primera vez en casi 4.000 años, ya que estos animales se extinguieron aproximadamente en el 1.700 a.C. La última fase del plan consistiría en reintroducirlos en su hábitat, la tundra ártica: originalmente se pensaba en Siberia como banco de pruebas, pero el deterioro de las relaciones con Rusia a raíz de la guerra de Ucrania obliga a barajar otros posibles hábitats.

EL DODO Y EL TIGRE DE TASMANÍA TAMBIÉN PODRÍAN RESUCITAR
La compañía trabaja paralelamente en la des-extinción de varias especies, en particular dos bastante conocidas: el dodo, un ave no voladora endémica de la isla Mauricio extinta desde el siglo XVII; y el tigre de Tasmania, un marsupial nativo de Australia, Tasmania y Nueva Guinea que se extinguió a principios del siglo XX. Trabajar con estas dos especies se debe, además de la disponibilidad de material genético, al hecho de que fueron extintas por la acción humana y, por lo tanto, se considera que deberían poder sobrevivir si se las protege adecuadamente y se preserva su hábitat.
Resucitar al tigre de Tasmania debería ser, sobre el papel, más sencillo que hacerlo con el mamut o el dodo, gracias a una característica propia de los marsupiales: se desarrollan durante poco tiempo en el útero y completan su gestación en el marsupio, una “bolsa” en cuyo interior se encuentran las glándulas mamarias. Esto reduce la posibilidad de que haya complicaciones durante la gestación y la necesidad de encontrar un pariente vivo muy similar genéticamente.
