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Hubo una época donde directivos, creativos, artistas conceptuales y directores se preguntaban "¿Qué más podemos crear? ¿Cuál es el siguiente salto del imaginario futurista? ¿Hacia dónde nos estamos dirigiendo?". Preguntas que se hacían cada cierto tiempo en las grandes élites de la influencia audiovisual mundial cuando creían haber tocado techo y buscaban sorprender de nuevo el imaginario de la audiencia con la enésima filigrana pirotécnica.

Todo esto parecía completamente imposible. Habíamos alcanzado el límite cultural de lo que podíamos entender como "futuro", pero cada cierto tiempo nacen seres extraordinarios capaces de hacer que lo imposible y lo limitado se convierta en mera rutina en un alarde de genialidad sobrenatural. Hoy os hablo de uno de los padres de la ciencia ficción moderna. Alguien a quien le debes pleitesía sin saberlo. Hoy os hablo de (y me pongo de pie) Syd Mead.

Nacido en Saint Paul (Minnesota), el 18 de julio de 1933, como Sydney Jay Mead, Syd demostró un temprano interés en la ciencia ficción desde muy pequeño, enfrascándose en lecturas como Flash Gordon y Buck Rogers. Dos cómics que su padre solía leer muy a menudo.


Empezó a mostrar sus dotes artísticas ya en la secundaria, donde podía dibujar sin ningún problema elementos como seres humanos y animales y contaba con un sentido del uso de los sombreados inusual en alguien de su edad. En 1951 se graduó en secundaria en Colorado Springs y sirvió tres años en el ejército. Al regresar se matriculó en el "Art Center School", en Los Ángeles (renombrado actualmente Art Center College of Design, en Pasadena), donde se graduaría en 1959. Ese mismo año la FORD (sí, la de los coches) le reclutó para su departamento conceptual artístico; el Estudio de Estilo Avanzado de Ford Motor Company. Aquí estuvo un par de años aproximadamente, donde brindaría atrevidos e innovadores diseños como el Ford Gyro, el Ford Falcon o el Ford Ranger II


Estos diseños se recuperarían posteriormente en otras casas, marcas y modelos, pero con una revisión más "modernizada".

Tras su paso por FORD, Syd trabajó para diferentes compañías y clientes (como U.S. Steel, donde su trabajo le hizo ganar una enorme reputación) hasta que en 1970 fundó su propia firma: Syd Mead, Inc., donde la marca PHILIPS ELECTRONICS le tendría viajando y diseñando por Europa casi en exclusiva durante casi un tercio de su tiempo.
Muestra de su trabajo en U.S.Steel:





Posteriormente, hasta bien entrados los años 80, estuvo trabajando para marcas como SONY MINOLTA, BANDAI, Dentsu, Dyflex, Tiger, Seibu, Mitsukoshi, NHK y Honda, además de aportar en dos proyectos cinematográficos japoneses: The New Yamato y Crises 2050.

Syd empezó a estrechar lazos con Japón y ya en la década de 1990 suministró diseños para dos iconos de juguetes japoneses; "The New Yamato" y "Turn-A Gundam", donde se encargó del diseño de los 8 robots principales.



Pero no todo el trabajo de Syd Mead se centraba en un futurismo conceptual. También disfrutaba diseñando conceptos para el mundillo del motor, que era otra de sus pasiones, y para los que siempre encontraba hueco dentro de su apretadísima agenda.

Fue en los 80 cuando su fama era ya imparable y empezó a trabajar en la industria del cine como artista conceptual para películas como Blade Runner (donde más renombre ganaría), Aliens, Star Trek: The Motion Picture, TRON, Cortocircuito (Sí, la de Johnny 5), Time Cop y Johnny Mnemonic, entre otras muchas. Más en nuestra época hizo incluso trabajos para Mission Impossible 3, Elysium y DUNE (2019) y Blade Runner 2049.

En relación al Blade Runner (1982) Syd siempre se empeñó en dejar claro que la visión de futuro que terminaron haciendo en la película (pese a usar mucho del trabajo de su trabajo) fue la visión de Philip K. Dick, no la suya. La visión de Philip era mucho más oscura, mientras que la de Syd era mucho más luminosa y menos trágica.










Fue un completo visionario y también estudiaba la sociedad para intentar desarrollar un pensamiento futurista a corto plazo que le llevaría a dar con la clave de muchos conceptos que hoy día son una realidad. Por ejemplo, en 2006 una revista de Los Ángeles publicaba: "Sus dibujos para Philips Electronics a mediados de los años 70 presentaban cápsulas magnéticas de aprendizaje preprogramadas para estudiantes universitarios".

En la misma revista también decían que esbozó "un sistema de entretenimiento tridimensional en el hogar que, si alguna vez se hubiera desarrollado, podría haber demostrado ser superior a la televisión de alta definición de hoy". ¿Os suena?

Es tal la inabarcable influencia de Syd que incluso le rindieron homenaje en el cementerio de Night City, en el videojuego Cyberpunk2077, donde puede verse su influencia (tanto en el juego original de Mike Pondsmith como en el propio videojuego) y donde podemos leer la siguiente inscripción:

Posterior a la década de los 80 y 90 no paró un solo momento pues la demanda de su inigualable imaginario nunca cesó, pues fue siempre un férreo defensor de las nuevas tecnologías y siempre anduvo ampliando horizontes tanto en técnicas como en formatos en los que expandir su talento.

En 1993, una galería digital compuesta por 50 muestras de su arte se convirtió en uno de los primeros CD ROM lanzados en Japón en 1992. En 2004, en respuesta a muchas solicitudes, cooperó con la Escuela Gnomon de Efectos Visuales para producir una serie de DVD de 4 volúmenes titulada "How To: TÉCNICAS DE SYD MEAD" que sigue siendo buscado por diseñadores de todo el mundo aún a día de hoy.

Dentro de sus publicaciones no pasan desapercibido sus libros-recopilatorio donde destaco mi favorito, uno con el que me pude hacer hace un año, y del que solo puedo hablar maravillas.

Aquí podremos encontrar un compendio del legado cinematográfico de Syd, que es uno de los tesoros que más aprecio de mi colección. Dentro hay bocetos y arte de todo lo mencionado anteriormente y todos son para quitarte la respiración.






Syd siempre surcaba los océanos de universos con los que nosotros solo podríamos llegar a imaginar, donde compartía tan solo una brizna de lo que él y solo él era capaz de crear.

Lugares con los que solo podríamos llegar a soñar.

Sociedades cuyas decisiones de estilo nunca alcanzaríamos a entender.

Su carrera le valió en 2016 un premio a toda una vida de logros, además de otros muchos premios relacionados con su campo, ya fuera en visión conceptual, arte o proyectos cinematográficos.

Incluso llegó a conocer el trabajo visual que desarrolló TESLA, llegando a alabar el diseño del Cybertruck.

Pero solo el arte permanece como algo eterno y lamentablemente Syd nos dejó el 30 de diciembre de 2019 (con 86 años), en su casa de Pasadena, acompañado de su amigo Roger Servick, en absoluta paz y tranquilidad. Un descanso más que merecido para una mente que nos ha dado más que muchos en 100 vidas y que nos ha mostrado mundos que jamás creeríamos, con una sensibilidad que traspasa el papel y los colores y te atrapa sin descanso. Como tú, en este momento.

Ahora, echando la vista hacia atrás, parece como si Syd hubiese aguantado hasta poder ver con sus ojos qué habríamos conseguido tras el año 2000 y, al ver decepcionado que nada superaría a su propia imaginación, nos hubiera dejado con su última frase reconocida:
"Mi trabajo aquí ha terminado. Vienen a llevarme de vuelta"
Gracias por el infinito, Syd. Me diste la vida.
