Cuando una madre (o extrañamente un padre) decide que "no es capaz" de conciliar el trabajo con el cuidado de los niños y se queda una temporada en casa, a la gente le suele venir a la mente una imagen parecida a ésta.
He entrecomillado "no es capaz" porque es algo que se mueve en el inconsciente colectivo, al igual que la imagen de mantita, libro y café.
Creo que cualquiera es "capaz" de compaginar el cuidado de los niños y la casa con el trabajo, al igual que cualquiera es "capaz" depilarse con cera, hacer sesenta abdominales, subir una montaña y leerse el Quijote en menos de 24 horas. Por poder se puede, pero va a ser tedioso, cansado, doloroso, estresante y probablemente dejará secuelas.
En este momento de la historia de la humanidad, para nuestra generación y desde la perspectiva de la sociedad actual, esto es lo normal, lo que no lo hace necesariamente lo mejor ni lo más correcto.
En la mayor parte de los casos es una necesidad vital, y en otros una cuestión de igualdad. Pero en mi experiencia con amigas y conocidas, la sombra de tener que demostrar que eres capaz de todo al mismo tiempo, pesa mucho y no solo afecta a la decisión final, sino también a la imagen que una tiene de sí misma.
Más que hacer aquello que te haga más feliz, diría que una debe escoger aquello que le haga estar más a gusto con su decisión.
Habrá quien prefiera vivir con la sensación de no llegar a todo, de tener todos los frente a medias, de sentirse culpable por no dedicar suficiente tiempo a los niños... Y habrá quien prefiera renunciar a oportunidades laborales o a un mejor estatus económico por pasar más tiempo junto a ellos sin la constante sensación de estarles fallando. En nuestra decisión van a influir muchos factores, claro, la educación, el modelo que nos dieron nuestro padres, nuestra escala de valores, la economía e incluso nuestro temperamento y nuestra forma de entender la maternidad y paternidad.
Sí que me parece necesario cambiar esa imaginería colectiva de mantita, libro y café, por una más cercana a la realidad, porque el ser "capaz" de dejar tu trabajo y "quedarte en casa" para dedicar tu vida a otros, aunque sea una temporada, me parece realmente loable. Y sobretodo porque esa imagen no se ajusta a la verdad.
No he encontrado una buena imagen para ilustrarlo.
- Niños, aspiradora, olla exprés
- Parque, thermomix, limpiacristales
- Deberes, supermercado, lavadora
-...
¡Se admiten sugerencias!
Si te sientes identificada/o y has tomado una decisión u otra, me gustaría conocer tu historia. No dudes en comentar. Un saludo.