Hoy es un día de esos un tanto extraños en los que mi mente y corazón juegan a distintos juegos.
Uno de esos días un poco raros en los que no consigo levantar el vuelo porque la ansiedad cala muy fuerte en mis miedos.
Son días de transición, las nuevas oportunidades parecen no gustar a mi ego,
Prefiere el papel de víctima para mí y tenerme amordazada, la misma rutina diaria, los mismos pliegos.
Son días de indecisión, de desandar lo andado, de bajar la cabeza sin intentar nada nuevo.
Días que pasaran, dejando una pequeña cicatriz y señal en mi pecho.