Un tenue rayo
asomo por la ventana,
imperceptible,
y termino el sueño
que tanto anhelaba.
Vio su figura entre fantasmas
adormecidos por sus edades,
vio esfumar los años de vida
que aún le quedaban,
vio tanto en su vida...
Que le quedaba?.
Musitando se fue sin decir nada
al otro mundo junto a su hermana,
tan desdichada fue
que nada ni nadie la añoraba.
Un tenue rayo
asomo por la ventana,
y volaron sus alas
al cielo infinito,
al suave calor de la alborada,
y no dijo nada,
se fue callando
su pena desolada.
Avecilla que alto vuelas,
acuérdate que volabas
a ras de suelo,
cual rastrero te mostrabas,
no apreciabas tu vida,
esa vida deshojada.
Y yo me quedo aquí lánguido,
yaciendo en tu humilde morada,
abatido y desolado
porque se fue mi amada.
Jose Pedro