
Lakshmi es una deidad importante en la mitología hindú, también conocida como la diosa de la riqueza, la prosperidad y la fortuna. Su nombre significa "buena suerte" en sánscrito, y es la esposa del dios Vishnu, uno de los dioses supremos del hinduismo. En este artículo, exploraremos la leyenda y los atributos de Lakshmi, así como su lugar en la cultura y la religión india.
Según la leyenda, Lakshmi nació durante el Samudra Manthan, el "batido del océano", una historia épica en la que los dioses y los demonios unieron fuerzas para obtener el néctar de la inmortalidad. Se dice que Lakshmi emergió del océano, llevando consigo un loto dorado en una mano y una jarra llena de néctar en la otra. Desde entonces, se convirtió en una de las deidades más veneradas en la India, adorada por su generosidad y su habilidad para otorgar la riqueza y la prosperidad.
Lakshmi es representada como una mujer hermosa, vestida con ropas suntuosas y adornada con joyas. Su símbolo más reconocido es el loto, que se considera un símbolo de pureza y prosperidad en la cultura india. También se la asocia con elefantes, búhos y garzas, que se consideran animales sagrados en la mitología hindú. A menudo se la representa sentada sobre un loto o montada en un elefante, y se la retrata sosteniendo un loto en una mano y una jarra de néctar en la otra.
Además de ser una diosa de la riqueza y la prosperidad, Lakshmi también se considera una diosa de la sabiduría y la belleza. Se la asocia con la primavera y la buena cosecha, y su presencia se considera un signo de buena fortuna y prosperidad. También se la adora en el festival de Diwali, una de las celebraciones más importantes de la India, donde se encienden luces y se hacen ofrendas para honrar su presencia y su bendición.
Lakshmi es una figura importante en la religión y la cultura india, y se la venera en toda la India y en todo el mundo. Su presencia es considerada una bendición y una fuente de buena fortuna, y se la invoca en momentos de necesidad o cuando se busca la riqueza y la prosperidad. Los templos dedicados a Lakshmi son comunes en toda la India, y muchas personas hacen peregrinaciones para ofrecer ofrendas y pedir su bendición.