Todo el periodo de aprendizaje de un bebé es una cadena continua de fracasos. Sin embargo, ésa es la etapa de la vida más fructífera en un ser humano.
Glenn Doman, el gran pionero en el terreno del desarrollo cerebral infantil, asegura que casi toda nuestra capacidad de aprender tiene lugar entre el momento del nacimiento y los seis años. Una etapa en la que nuestro cerebro es como una gran esponja que lo absorbe todo.
Tratamos de aprenderlo todo, de asimilarlo todo, de comprenderlo todo y, naturalmente, fracasamos una y otra vez en el intento. Pero al final, en muy pocos años, logramos caminar erguidos, hablar uno o varios idiomas a la perfección, leer, escribir y desarrollar todo un proceso de pensamiento.
Jamás un bebé se desanima ante un fracaso; todo lo contrario, enseguida se da cuenta de que ése y no otro es el método más adecuado para ir corrigiendo los errores, hasta llegar a alcanzar sus objetivos.