
Antes de comenzar esta maravillosa ruta nos ocurrió un pequeño percance, que podría haber acabado mal si no fuera por la bondad de dos personas.
Al llegar lo primero que hicimos fue buscar aparcamiento, al salir del coche pusimos rumbo hacia la ruta, por detrás una pareja nos llamaba a voces, resulta que me había dejado las llaves del coche puestas en la puerta del piloto.
Nos lo tomamos como una anécdota positiva, porque la cosa podía haber acabado mal. A veces hacemos las cosas por inercia y no prestamos atención a lo que estamos haciendo ¿Os ha pasado alguna vez? (a mi unas cuantas)
El resto del día fue maravilloso y disfrutamos de unas vistas espectaculares. Buenas noches!!