Muchas veces, echando un vistazo a las redes sociales, me encuentro con un mensaje que se repite bastante para ayudar a la gente que padece estados depresivos o sufriendo cualquier otro problema de salud mental: "Pide ayuda", "Ve a terapia". Este mensaje está bien, y es cierto que la ayuda psicológica o psiquiátrica es uno de los pilares de tu recuperación, pero no es el único y no darnos cuenta de que hay más factores que afectan a la mejoría de nuestra salud mental puede hacer que nuestra recuperación no avance como debería, puesto que también debemos solucionarlos.
Si bien es cierto que muchos de estos factores a veces no los podemos controlar porque no podemos cambiarlos creo positivo hacer una reflexión:
- Relaciones opresivas. La familia, los amigos, la pareja, los compañeros de trabajo... A veces nos están poniendo palos en las ruedas sin que seamos conscientes de ello. La terapia puede ayudarte a lidiar con ello, pero siempre es más efectivo resolver los problemas que acostumbrarse a ellos. A veces, terminar relaciones tóxicas es la mejor decisión que podemos tomar.
- Casa, dinero y trabajo. Sí, un trabajo que ocupa el 70% de tu día a día, que te impide dedicarte tiempo a ti mismo y que te absorbe gran parte de tu energía no ayuda. El bajo sueldo y no poder independizarte también. Difícil tener salud mental si no puedes comer. No depende de ti el precio de los alquileres pero si puedes optar a mejorar tu situación laboral, no te conformes. Cambiar y crecer, buscar una empresa mejor o un ambiente de trabajo más amable, es posible.
- Pensar un poco más en ti. Si tu no cuidas de ti, ¿quién lo va a hacer? Comer de forma más saludable, hacer ejercicio o buscar hobbies, también es parte de tus autocuidados. Quererse y cuidarse. Siempre.
Gracias por leer!