
La playa ha sido mi cobijo estos días, me envuelve en sus aguas y su atardecer me da el último abrazo del día para dejarme al antojo de la noche, que por suerte, me gusta. ¿Qué irónico verdad? Quién diría que la noche ahora sería mi amiga. La Luna siempre me ha juzgado... Ahora es el único momento del día en el que puedo pensarte de verdad...
Ojalá sea cuestión de tiempo....¿Tiempo?
¿Dejamos que se ponga el sol y caiga la noche, o aprovechamos esos instantes para sonreír mientras nos perdemos en la línea del mar?
Os dejo este texto que escribí el otro día cuando paseaba por la playa. (No me matéis los que entendéis del tema, escribo modo desahogo jajaja).
Pasad buena tarde ☺️