
Las estrellas pueden crear bellos dibujos a medida que envejecen, a veces similares a los de las flores o los insectos. NGC 6302, la Nebulosa de la Mariposa, es un ejemplo notable. Aunque su envergadura gaseosa abarca más de 3 años luz y su temperatura superficial se estima en más de 200.000 grados C, la envejecida estrella central de NGC 6302, la nebulosa planetaria destacada, se ha vuelto excepcionalmente caliente, brillando con fuerza en luz visible y ultravioleta, pero oculta a la vista directa por un denso toro de polvo. Este nítido primer plano fue grabado por el Telescopio Espacial Hubble y se ha procesado aquí para mostrar notables detalles de la compleja nebulosa planetaria, destacando en particular la luz emitida por el oxígeno (mostrado en azul), el hidrógeno (verde) y el nitrógeno (rojo). NGC 6302 se encuentra a unos 3.500 años luz de distancia en la constelación del Escorpión. Las nebulosas planetarias evolucionan a partir de atmósferas exteriores de estrellas como nuestro Sol, pero suelen desvanecerse en unos 20.000 años. Imagen: NASA, ESA, Hubble; Procesado: William Ostling