La lluvia cae en la noche y todo está en calma, el agua golpea suavemente en la ventana de mi alma.
El reloj marca las horas y el tiempo pasa sin fin, y yo me siento aquí, solo con mi pensamiento y mi gin.
Las gotas son como lágrimas que corren por mi ventana, y en este silencio nocturno puedo oír mi corazón.
Es un momento de reflexión donde puedo ser libre, donde puedo ser yo mismo y dejar de fingir ser alguien.