Llevo dos días con esa sensación de estar plana emocionalmente, y más cuando veo que alguien ha invocado a mi ser, he intentando hacerme un plagio de mi existencia. Más coloquialmente duplicar mi forma he intentar imprimir de otros sitios, sabiendo yo perfectamente la situación.
Y aún así me hago la sorprendida. Lo sé, intelectualmente soy brutal. ¡Animo al otro ser a que siga así con sus deleitadas palabras y haciéndole creer mi gran admiración con todos mis respetos!
Mi cerebro se remonta al año 1756. En una fiesta galante y llevando un voluptuoso vestido tipo Marieta Antonieta, reina consorte de Francia. Con un tejido sedoso, colorido y brillantes. La elegancia personificada a mi gran honor de la belleza cerebral.
Mi abanico para que verdaderamente cuando pueda reírme o coquetear, y nadie pueda interpretar del todo esa zumba.
Sí, lo reconozco, llevo días diciendo que estoy plana y la palabra me aburre tanto que me he ido a de mirada tierna a mirada desbastadora.
La dama, ahora mismo se retira a revolcar palabras que sí son mías y no imitadas de una inteligencia de otra persona.
El Vendrell a 12 de enero 2023