Los festivales en Tokio, y en general en Japón, son de lo más peculiares. Sus rituales y características atraen a los fieles vecinos y turistas curiosos. En Meiji Jingu (Templo Meiji) se celebra a lo largo de abril una serie de festividades en honor a la Naturaleza que incluyen un teatro de máscaras, conciertos de música tradicional y exhibiciones de artes marciales.
La mañana del 30 de abril me levanté temprano junto a unos amigos para ir a ver los actos que iban a realizar en el Templo Meiji. Lo primero que tenía en mi plan del día era la Competición de Tiro con Arco. En los jardines traseros del Templo Meiji hay un centro de artes marciales donde practican el tiro con arco.

Ver tirar a estos jóvenes haciendo gala de su disciplina me encantó. Trasmitía tranquilidad pero a la vez esa tensión que cada uno tenía dentro por la competición. Todos querían ser los mejores y eso se palpaba en el ambiente. Su preparación antes de lanzar cada flecha era ceremonial, su lenguaje corporal y movimientos medidos paso por paso eran fruto de muchos años de práctica. Las enseñanzas de las artes marciales japonesas en su país de origen distan mucho de cómo se llevan a cabo en occidente. Ya sea por la educación previa que reciben los jóvenes o por como se concibe esta fascinante sociedad.

Tras pasar una hora y media viendo la competición decidimos seguir haciendo ruta por los caminos del Templo Meiji para ver los otros actos que tenía en el plan de viaje.

El baile y representación con máscaras japonesas que tuvimos la oportunidad de presenciar fue divertido pero lo habría sido más con un conocimiento previo sobre qué expresan y qué representan cada una de sus partes. Se entiende que interpretan cuentos y leyendas de la mitología japonesa con esas máscaras con muecas y la danza de los dragones acompañado de música tradicional. Me pareció un espectáculo digno de vivir en el sitio.

Un poco más tarde nos dirigimos hacia la zona del templo en sí. Donde está el altar. Allí tenía lugar un concierto de música tradicional japonesa con grandes instrumentos tocados, en su mayoría, por mujeres. El koto es un instrumento de música originario de china que antiguamente adoptó Japón para el arte y entretenimiento musical. En este concierto pudimos ver y oír el koto acompañado del canto tradicional japonés.
Es cierto que los cánticos tradicionales japoneses no son para todo el mundo, pues puede causar cierto desagrado a los oídos menos experimentados pero es un arte antiguo el cual merece respeto incluso si no gusta.
Si vas a Tokio a finales de abril te recomiendo que pases por este festival.

¿Has asistido a otros festivales en Japón? Cuéntalo en los comentarios, me gustaría visitarlos todos.