Ni de coña te representarán esas Mujeres que señalan al hombre como su enemigo.
Porque nosotras queremos que los hombres hablen, no que se callen.
Queremos cafés, libros clásicos, jugar con ellos como amigos eternos y hermanos, respetar la historia para respetar quienes fueron, quienes somos y quienes seremos. Respetar y Honrar cada paso que dieron nuestras Ancestras de Verdad.
Y hablo de las que vivieron felices, llenas cada día. Las que sabían alimentar su Alma gracias a poner a su Dios primero. Esas que Unían y no destruían por caprichos y mucho menos por Miedo. Siempre les importó ser Amadas, porque ya conocían la Presencia del verdadero Amor. Pero un error, no era motivo suficiente para no perdonar. Jamás se rindieron, eran verdaderas Guerreras del Amor.
Qué coño nos creemos en estos tiempos… joder. Ahora no tengo miedo de lo que te pueda pasar a ti, sino a tus hermanos.
Pero confío… en que toda esa locura no entre por las grietas de nuestro hogar, porque si hay algo de lo que no dudo, es que nuestro Dios no grita.