A la hora de hacer un cómic/manga no solo se trata de dibujar cuatro líneas en un papel y ya está, es un trabajo que requiere mucho esfuerzo y dedicación para que todo salga bien. Cosas como recoger los pedidos de la imprenta, la maquetación, la traducción a varios idiomas, la revisión de errores, la difusión en redes sociales o los envíos por correo suman una cantidad de horas enorme a lo largo de la semana que la mayoría de la gente desconoce. Especialmente, cuando no se tiene equipo.
