En el corazón de tu alma
rezo lentas oraciones,
pausandome en tu vida
de intensas tentaciones.
Caíste en la trampa
del deseo voraz,
de una vida de contrastes,
de girar y girar
cuando menos lo necesitabas.
Tu,artista giratorio
al que la soledad llama
acabada la función,
mas el espectáculo
siempre tiene que continuar
como diría la canción.
Tu,que te refugias en la tempestad
del alcohol maloliente,
y que luchas a contracorriente
por buscar una verdad.
No hiciste caso a tu musa,
esa inspiración divina
que te ayudaba a navegar
por aguas turbulentas,
no hiciste ademán de salvar
tus años más infelices,
pero tu espectáculo
tenía que continuar.
Tu,que latiendo la sinrazón
en tu morada,
aún encendías candela
a tu pobre corazón.
Tu,sin conocimiento alguno
te echaste a perder,
por una vida de triunfos y mediocridad,
pues la soledad era tu compañera
y el alcohol tu tempestad.
Tu,el mismo de siempre,
el de hoy,ayer,y mañana,
al que la soledad ampara.
Al que las palabras
no le bastan para frenar
una vida desbordada,
te fuiste sin funeral.
José Pedro