
Estaba ante el espejo y mi cabeza daba vueltas sobre mí eje sin parar, no podía parar la rotación de la misma y mi cerebro ardía provocando un dolor atroz.
De forma fugaz vi como mi cabeza iba separándose de mi tronco y no podía evitar empezar a ver como mi cuerpo se alejaba.. El miedo era aterrador y mi boca estaba seca de pavor.
Sin ninguna explicacion, el vacío se abrió ante mí y caí caí caí caí, hasta que llegue a un lugar extraño, sin alma y oscuro., Pronto descubriría mi final, ahí estaba, un espejo alto e infinito en el que mi cuerpo y mi cabeza se unían reflejando en el cristal la, angustia eterna de un ser con doble personalidad, doble mentalidad, doble cara.....
El miedo del que no sabe quien es.