
Date la oportunidad a ti mismo de demostrarte que puedes estar equivocado.
Lo que piensas puede ser que no sea real, ni basado en la realidad. Puede que aquello que crees esté basado en el miedo o alguna experiencia que no te deja avanzar. Puede ser que tu pasado no te deje experimentar tu presente.
Aquello que crees sobre ti mismo puede no ser real, puede que aquello que crees sobre alguien no sea real.
¿No te ha pasado alguna vez que se te iluminan las ideas? De repente ves claro aquello que estaba oscuro. Por eso, atrévete a darte la oportunidad de demostrarte que puedes estar equivocado.
Sé flexible. Deja que la vida ocurra. Atrévete a vivir.