Os presento uno de los últimos proyectos en los que he trabajado como diseñadora gráfica: desplegable de los Búhos de los Pirineos.
Entre historias de miedo y mal augurio y mitos de sabiduría y poder, este grupo de aves depredadoras se ha adaptado a la noche para desarrollar su actividad. Conoce a quien pone la banda sonora de las noches en (o cerca de) los Pirineos.
VISIÓN
Tienen diferentes tipos de plumas según la función que han que cumplir. Si bien la visión nocturna de los búhos es extraordinaria, es gracias a su oído como localiza con precisión a sus presas.
Los ojos en las rapaces nocturnas son 10 veces más grandes que en los humanos. ¡Es como si tuviéramos los ojos de la medida de granadas! Su disposición frontal les ofrece una visión binocular y, por tanto, profundidad. Por el contrario, les mengua el campo de visión, hecho que han resuelto con la capacidad de girar la cabeza 270°.
Pueden ver en la oscuridad gracias al gran número de células de la visión (x5 las de los humanos). Además, son células altamente sensibles a la luz. Una pupila grande hace que puedan captar hasta el mínimo rayo de luz. La forma alargada del ojo ayuda a hacer más grande las imágenes captadas, como si de un teleobjetivo se tratara.
Todas estas adaptaciones le sirven para ver de manera excepcional por la noche y de lejos, pero de cerca no ve demasiado bien.
OÍDO
Si bien la visión nocturna de los búhos es extraordinaria, es gracias a su oído como localiza con precisión a sus presas.
Los oídos de los búhos están colocados de manera asimétrica y los canales auditivos están orientados uno hacia arriba y otro hacia abajo, esta disposición les permite triangular el lugar exacto desde donde viene el sonido que hacen sus presas.
La forma de la cara y la disposición de las plumas, en discos faciales, hacen de parabólica, concentrando el sonido hacía los oídos.
ALIMENTACIÓN
Muchas de las adaptaciones de las rapaces nocturnas les sirven para ser más eficientes a la hora de alimentarse.
Son cazadoras, y lo más habitual es que se traguen enteras las presas pequeñas (insectos, ratones, ranas...).
Una vez digeridas las partes blandas, tienen que expulsar los huesos, plumas o pelo. Para hacerlo, regurgitan las egagrópilas, unas bolas formadas por los alimentos no digeridos.
El estudio de los contenidos de las egagrópilas, esqueletos y exoesqueletos principalmente, pueden dar mucha información sobre el ecosistema donde se encuentran.
No tienen olor, son fáciles de manipular y pueden ser una buena herramienta para la investigación y la divulgación.
PLUMAS
Las plumas de vuelo han evolucionado para conseguir disminuir las turbulencias al volar, minimizar la fricción al máximo y amortiguar el golpe entre el ala y el aire, haciendo que su vuelo sea extremadamente silencioso y evitar así alertar a sus presas.
Tienen diferentes tipos de plumas según la función que han que cumplir. El plumón les sirve de protección térmica. Alrededor del pico y a las garras tienen plumas con funciones táctiles.
Protegen sus plumas, impermeabilizándolas con unos aceites que segregan en una glándula especial situada en el dorso.
La coloración críptica de las plumas los mimetiza con el ambiente donde viven, haciéndolos invisibles durante el día a los posibles depredadores.

El resultado en papel



Si queréis escuchar cómo suena cada uno de ellos aquí tenéis unas animaciones, también hechas por mi, para que los podáis escuchar.