Llega el frío, y con él, la época de cambio de baterías.
El frío ralentiza la reacción química en el interior de la batería que permite emplear su carga eléctrica, y sumado al desgaste que se produce por su uso puede dejarnos tirados en el peor momento.
Por eso, debemos comprobar la batería con la llegada del frío para prevenir imprevistos.
Visita al taller
La opción más sencilla para todo el mundo es visitar a nuestro taller de confianza. Allí tienen comprobadores de batería especializados que detectarán cualquier fallo al instante, y además sustituirán la batería in situ, con lo que no tendremos que realizar ninguna operación nosotros mismos.
Para tí, manitas
Si eres una persona atrevida y quieres aprender a cambiar tu batería, aquí te explicamos cómo:
Vas a necesitar:
- Un multímetro
- Un juego de llaves planas
- Un juego de chicharra pequeña (opcional)
Pasos a seguir:
Primero comprobaremos el estado de la batería. Para ello debemos poner el multímetro en posición de voltaje.
Es importante que realicemos la comprobación una media hora después de apagar el motor, o incluso más tarde. Así evitaremos una mala medición debida a haber sido cargada poco antes.
Una batería en buen estado debe dar entre 12,5V y 10,8V. Con menos de 10,8V tendremos problemas para arrancar.
Reemplazo:
Desconectamos los polos de la batería. Por lo general el positivo viene con una conexión rápida, mientras que el negativo lleva un tornillo con el que necesitaremos usar una llave plana de su medida.

Una vez tengamos los polos desconectados debemos retirar los anclajes, para los cuales también necesitamos usar las llaves planas.

Cuando compremos la nueva batería debemos prestar atención a su capacidad y la colocación de los polos, en la foto tenemos una batería con el positivo a la derecha.

El montaje es el proceso inverso paso por paso.
Debemos recordar que con los coches con baterías de gel es algo más complejo y deberemos pasar igualmente por el taller ya que requieren de una programación.
Esperamos que este artículo os sea de ayuda.