
Brigid, o Brid, era entre las principales deidades del panteón celta irlandés. Entre los Tuatha De Danann, era entre las diosas celtas más populares. Los historiadores creen que Brigid era una diosa muy personal. La gente de Irlanda halló distintas maneras de adorarla por varios motivos diferentes. Era la diosa de la primavera, del amanecer y de la fertilidad. Protegía a las mamás y a los niños, en parte porque no podía proteger a su propio hijo.
Era una diosa de la agricultura que velaba por el ganado y las ovejas. Inspiraba a los herreros y otros artesanos. La diosa de la música también era llamada la mucho más querida por los versistas. La inspiración de sus canciones la transformó asimismo en la diosa del conocimiento.
Brígida era tan querida por tantas causas que fue entre las escasas figuras paganas que no se perdió cuando el cristianismo se transformó en la religión del país. Como santa católica, inspiró veneración más allá de las costas de Irlanda. De diosa protectora a santa patrona, Brigid pertenece a las figuras mucho más durables e influyentes de la mitología celta.
En Irlanda, Brígida tenía varios nombres. Era reverenciada en el mundo entero celta, si bien sus leyendas son más conocidas en Irlanda. Allí y en Escocia, se la conoce sobre todo como la diosa de la primavera, pero los distintos mitos y artefactos que se conservan muestran que también tenía muchos otros significados. Brigid era la patrona de la agricultura, concretamente de los animales de granja. En este aspecto, en ocasiones asimismo se la consideraba diosa de la maternidad y el nacimiento.
A veces se la adoraba como diosa del fuego. Esto se relaciona con frecuencia con su papel de diosa de la herrería y la metalurgia. En contraste con esto, también se la consideraba una diosa relacionada con los pozos y los ríos. Entre los lugares más famosos de Irlanda, el pozo de Brigid en Kildare, prosigue llevando su nombre.
También se dice que el agua de este pozo tiene propiedades curativas. Brigid era venerada como sanadora, tanto por sus pozos como por otros medios, pero también era famosa como luchadora a veces. Finalmente, muchos la consideraban una diosa de la música y otras formas de arte. Se pensaba que inspiraba canciones, poesía, artesanía y sabiduría. Las múltiples formas que adopta Brigid en las leyendas irlandesas llevaron a ciertos a identificarla como una viable diosa triple.
La iniciativa de la diosa triple es bien conocida en la tradición celta y también irlandesa. El ejemplo más famoso de Irlanda es probablemente la Morrigan, que puede mostrarse como solo una diosa o como tres individuos. Algunas leyendas afirman que Brigid era la diosa de la primavera, pero que también tenía 2 hermanas, una herrera y otra sanadora. Además de la posibilidad de que se las confundiera, las tres se llamaban Brigid.
En la mayoría de los casos, las leyendas irlandesas tratan a Brigid como una sola diosa, aunque es posible que tuviera tres aspectos. Otra prueba de ello es que Brigid no siempre es representada con exactamente la misma edad, adoptando el aspecto de una muchacha doncella o de una madre sabia. Como diosa de tantos campos, era una de las diosas más queridas y veneradas del mundo celta.
Brigid es nombrada comúnmente como la diosa de la primavera y de la nueva vida. En este sentido, era la deidad del buen tiempo, la fertilidad y el amanecer. Los tres representaban la luz, la vida y un nuevo comienzo. Algunos investigadores creen que Brigid puede haber evolucionado a partir de múltiples diosas e incorporado varios arquetipos. Por eso se la relaciona con los arquetipos indoeuropeos de las diosas de la fertilidad y del amanecer.
Su nombre la relaciona claramente con la iniciativa del amanecer. Brigid tiene exactamente la misma raíz que la palabra inglesa “bright”, e inicialmente significaba “Rising” o “High”. Brigid llevaba una túnica de luz del sol y tenía el pelo colorado fuego, lo que refuerza su conexión con el sol y su luz. Esta conexión la convirtió en la diosa de la época donde el sol se encontraba mucho más brillante.
De manera frecuente se refiere a Brigid como una diosa de la primavera, si bien podía controlar cualquier época donde el tiempo fuera bueno y el sol brillara. En el folclore escocés, por poner un ejemplo, Brigid regía el planeta durante los meses de verano hasta que la Reina del Invierno la perseguía de vuelta a Tir Na Nog.
En el planeta celta, el comienzo de la primavera no estaba marcado por una fecha específica, sino de momento en que comenzaba a romperse el peor frío del invierno. Así, el día sagrado de Brigid en Irlanda dicen con frecuencia que era el 1 de febrero, pero en otras unas partes del planeta celta ocurría tan tarde como en el mes de abril o mayo.
Aproximadamente a mitad de camino entre los solsticios de invierno y verano, Imbolc era la celebración que festejaba el regreso de la luz y la fertilidad al mundo. Brigid volvía a la Tierra y, según ciertas tradiciones, visitaba al pueblo de Irlanda para darle bendiciones. Lamentablemente, los relatos contemporáneos de Imbolc son escasos y la tradición habitual que se mantiene está muy influenciada por las creencias cristianas siguientes.
No obstante, los historiadores piensan que una tradición de Imbolc consistía en llevar ofrendas de comida u objetos de valor a los pozos para ganarse las bendiciones de Brigid. Algunas leyendas proponen que Imbolc pudo ser el precursor de la tradición americana del día de la marmota. En los escritos irlandeses era una serpiente, en lugar de una marmota, la que salía de su orificio, aunque todavía hubiera nieve en el suelo, para predecir el tiempo que haría en el resto de la primavera.
Los pozos también se visitaban en Beltane, o Día de Mayo, que festejaba el solsticio vernal. Esto señala que Brigid asimismo podía ser reverenciada en esa fecha. La asociación de Brígida con el buen tiempo y las fiestas de la primavera y el verano no sólo estaba relacionada a su dominio sobre el sol. También tenían mucho que ver con la agricultura, la fertilidad y los ciclos de la Tierra.
Uno de los ciclos a los que se asociaba a Brígida era el de la vida y la desaparición. Si bien era principalmente una diosa de la fertilidad, las historias de Brígida asimismo incluían la pérdida. Una de las leyendas mucho más reconocidas que se preservan en Irlanda muestra de qué forma la diosa de la luz influyó en los rituales de la muerte.
El Cath Maig Tuired relata las leyendas de qué forma los Tuatha De Danann, el conjunto de seres al que pertenecía Brigid, llegaron a gobernar Irlanda. En 2 enormes batallas, derrotaron a las anteriores etnias gobernantes, los Fir Bolg y los Fomorianos, para hacerse con el control de la isla.
Brigid no luchó contra los fomorianos en la segunda batalla de Moyturra, pero muchos miembros de su familia sí lo hicieron. Tanto su padre, el Dagda, como su hijo fallecieron en la lucha. Según la Doncella Cath Tuired, el hijo de Brígida, Ruadan, se había puesto del lado de su padre, Bres. Esto lo puso del lado de los fomorianos y lo enfrentó al pueblo de su madre.
De este modo, la lealtad de Brígida estuvo dividida durante la guerra. Cuando vio a su hijo luchar contra el dios herrero Giobhniu, no deseó que ninguno de los 2 cayese. Lamentablemente, los dos lo hicieron. Giobnui murió primero, pero Ruadan fue gravemente herido y cayó poco después. En el momento en que Brigid vio morir a su hijo, corrió al campo de guerra. Lo abrazó y lloró, y su llanto ha podido oírse a kilómetros de distancia.
Brig llegó y lloró por su hijo. Al comienzo chillaba, en el final lloraba. Entonces, por vez primera se oyeron en Irlanda llantos y gritos. -Cath Maig Tuired
Los gritos lastimeros de Brigid fueron el origen de la tradición irlandesa de los gemidos, unos lamentos intensos y casi musicales que acostumbraban a interpretar las mujeres en los funerales y los velatorios. Si bien la tradición de los gemidos en el caso de muerte ya no es tan fuerte como antes, los músicos irlandeses siguen usando este estilo hoy en día.
La música de luto no era la única forma de arte a la que Brigid estaba enlazada. Aunque los débiles se inspiraban en ella, otros músicos asimismo lo hacían. Aguardaban captar en sus canciones exactamente la misma pureza y emoción que los dolientes. En exactamente el mismo pasaje del Cath Maig Tuired que describe sus gemidos, se dice que Brigid también inventó un silbato para utilizarlo en los viajes nocturnos.
Este fue entre los primeros instrumentos de los Tuatha De Danann y, aunque inicialmente era una herramienta práctica, evolucionó hasta convertirse en una fuente de diversión. La música era asimismo una forma de trasmitir entendimientos. De la misma muchas culturas, los irlandeses ponían música a su poesía. La historia y las leyendas se transmitían por medio de la interpretación. A partir de su acto de duelo, Brigid se transformó en una diosa de la música y el conocimiento. Se afirmaba que los versistas la amaban más que a algún otro dios y buscaban su inspiración.
No obstante, a pesar de su invención del llanto, Brígida no era una diosa de la muerte. Ese reino estaba mucho más asociado a la Morrigan, que era en muchos sentidos su opuesto. En cambio, su vínculo con el sol y la primavera la transformó en una diosa de la agricultura. En particular, era la protectora de los animales. Como había perdido a su hijo, se decía que Brigid vigilaba cuidadosamente a las mamás y a sus hijos. Esto incluía no sólo a las mujeres y los niños, sino más bien asimismo a los animales.
Tanto el ganado como las ovejas eran importantes en la vida cotidiana de Irlanda. Los dos proporcionaban leche y carne, al paso que las ovejas daban lana y el ganado generaba cuero y asistía a arar. El ganado, en particular, se usaba como medida de riqueza y poder. Muchos de los mitos del ciclo del Ulster muestran a reyes y reinas asaltando los rebaños del resto y opinando por la propiedad de los animales más preciados.
Los pastores rezaban a Brigid a fin de que vigilara a sus animales. La diosa no solo los hacía fértiles, aumentando la riqueza del propietario, sino que también los cuidaba y resguardaba. La relevancia de Brígida en la agricultura se refleja en los festivales que la celebran. Imbolc y Beltane no sólo se basaban en los ciclos del sol, sino asimismo en la temporada agrícola.
Imbolc, a inicios de la primavera, marcaba el comienzo de la temporada de partos para los pastores. Los corderos nacidos en el mes de febrero y marzo eran singularmente atacables al frío, con lo que se precisaba la luz solar de la diosa del sol materno para sostenerlos sanos.
Beltane era igualmente esencial para los ganaderos, en tanto que a principios de mayo era el instante en que los rebaños salían a pastar durante el verano. Se pensaba que Brigid los mantenía seguro y favorecía el parto seguro de los terneros.
Brigid era tan esencial para la ganadería que se decía que tenía muchos animales propios. Entre ellos estaban:
- Fe y Hombres – Se afirmaba que sus dos bueyes, de la misma su dueña, eran de “brillante belleza”. Pastaban en una llanura que lleva su nombre, el Mag Femen, en el condado de Kildare.
- Cirb – El poderoso carnero de Brígida era llamado el “Rey de las Ovejas”.
- Torc Triath – La diosa también tenía un poderoso jabalí. Subsistió en la historia de historia legendaria artúrica como Twrch, un príncipe maldito en forma de jabalí que acaba siendo cazado por el rey y sus hombres.
En la religión celta, los dioses no eran totalmente inmortales. En el momento en que uno moría, otro ocupaba su rincón. Por servirnos de un ejemplo, Brigid se transformó en la diosa de los herreros una vez que Giobhnui muriera en la guerra.
Con frecuencia se decía que Brigid era la hija de Danu, la diosa madre que da nombre a los Tuatha De Danann. En cierta forma, parecía haber ocupado el lugar de su madre como madre principal del panteón.
Se sabe poco de Danu, pero en general se cree que fue un antiguo miembro del arquetipo de la Madre Tierra. Varios investigadores creen que compartía su nombre con el río Danubio, donde se originó la primera cultura celta.
En la temporada de los mitos irlandeses, Danu por el momento no era una figura activa. Su hija Brigid aceptó su papel como figura materna protectora socia a la tierra.
Aunque Brigid no tenía muchos hijos como otros géneros de diosa madre, se afirmaba que cuidaba en especial de los jóvenes. Como la mayor parte de las otras mamás de la tierra, también se encontraba vinculada a las primordiales ocupaciones agrícolas de su zona.
El lote rocoso, la pobreza del suelo y el duro clima hacían que gran parte de Irlanda y Escocia no fuesen ideales para el cultivo de cereales y verduras. La tierra se valoraba mucho más por su aptitud de sustentar el ganado de pastoreo que por su propia abundancia.
Aunque los irlandeses y los escoceses cultivaban productos para sostenerse, su tierra significaba que el grano jamás sería tan importante para ellos como la carne. Su diosa agrícola lo reflejaba.
Los Tuatha De Danann perdieron importancia tras la llegada del cristianismo a las tierras celtas. En Irlanda y en otros sitios, subsistieron en el folclore como hadas, pero dejaron de ser consideradas divinas. Brigid, sin embargo, fue una salvedad. Al tiempo que los demás dioses de la Irlanda precristiana desaparecieron de la memoria o fueron reimaginados como espíritus menos poderosos, el culto a Brigid no se borró tan de forma fácil.
Dominaba muchos aspectos de la vida irlandesa que a los primeros monjes les resultó irrealizable borrarla completamente de las opiniones populares. En su rincón, adoptaron a la diosa de la primavera. Se convirtió en Santa Brígida y su crónica se reescribió para el planeta cristiano. La patrona de Irlanda comparte muchos de los dominios de la diosa pagana. Diríase que candela por los bebés, las mamás y el ganado.
Los historiadores creen que Santa Brígida de Kildare fue una figura histórica que, como muchas otras mujeres de la narración de Irlanda, recibió el nombre de la diosa más esencial de la zona. No obstante, la continua creencia en la diosa Brígida logró que muchos de sus atributos se diesen a la figura humana para reorientar el culto hacia una manera cristiana aceptable. Se dice que Santa Brígida fue monja en el siglo V. Creó un monasterio y un convento en Kildare, en el emplazamiento de un santuario de la antigua diosa pagana.
De la misma el emplazamiento del santuario, muchas leyendas sobre las hazañas de Santa Brígida vinculan a la diosa pagana. Se afirmaba, por ejemplo, que había fundado una escuela de arte en Kildare, donde animaba a los trabajadores del metal. La veneración de Brígida como santa cristiana permitió a los irlandeses continuar invocándola como lo habían hecho durante siglos. Aunque las frases seguían invocando exactamente el mismo nombre por exactamente las mismas razones, ahora eran admisiblemente cristianas.
No cambió el día en que se la celebraba. La fiesta de Santa Brígida todavía es el 1 de febrero y en algunas zonas de Irlanda era habitual dejarle ofrendas de comida hasta el siglo XVIII. La patrona de Irlanda todavía es entre las santas más populares de la Iglesia Católica. Hasta este día, su nombre y sus variantes, como Bree, Bridie, Bridget y Brigitte, son populares en Irlanda y otros países.
Irlanda, evidentemente, no era la única cultura celta que veneraba a una diosa similar. En otros países, la santa católica sustituyó a la diosa germánica que los romanos habían llamado Brigantia. La popularidad de figuras similares en toda Europa hizo que la influencia de Santa Brígida se extendiese más allá de Irlanda. Se convirtió en una santa importante en Francia, Escandinavia, Alemania y otros países.
Santa Brígida fue tan influyente que incluso se trasladó a otras religiones. Entre los sitios mucho más insólitos donde se venera a Brígida es en Haití. El vudú es una religión que se desarrolló en el Caribe, primordialmente en Haití, entre los siglos XVI y XIX. Los esclavos de muchas culturas africanas combinaron sus propias creencias con las de los católicos franceses que gobernaban la isla.
Los loa, o espíritus, invocados en el Vodou se basan en los dioses africanos, pero incorporan una gran parte del simbolismo y la tradición de los santurrones. El loa más conocido es el Barón Samedi, el espíritu de la muerte. La mujer del Barón Samedi es Maman Brigitte. La novia de la muerte en el vudú haitiano se inspira de manera directa en Santa Brígida y, a su vez, en la diosa celta. Maman Brigitte está socia al fuego, basándose en buena medida en el vínculo tradicional de Brigid con el sol y la metalurgia. Bebe ron infundido con chiles rojos a fin de que su aliento sea tan ardiente como una llama.
Aunque Maman Brigitte es una loa de los muertos, se la sigue considerando un espíritu asegurador y maternal. Se dice que Maman Brigitte cuida de los fallecidos más de lo que los cuidó en vida. Se apiada de las ánimas perdidas y les asiste para entrar en la otra vida para que puedan reunirse con su familia. Maman Brigitte asimismo contribuye a los vivos. Los que respetan a los fallecidos y los recuerdan se ganan el agradecimiento de Maman Brigitte en vida.
La figura de Maman Brigitte exhibe exactamente el mismo cuidado maternal que la diosa irlandesa Brigid, pero se formó en circunstancias mucho más duras. Para los esclavos que trabajaban en las brutales plantaciones de azúcar de Haití, representaba la promesa de encontrar mucho más amor y paz después de la desaparición que en vida.
Mientras que las demás loas del vudú se inspiraron en deidades africanas, la mayor parte de los investigadores creen que Maman Brigitte es la única que procede completamente de las tradiciones católicas.
Al paso que el Barón Samedi y el resto loas tienen rasgos africanos, Maman Brigitte tiene la piel pálida y el pelo rojo brillante que la distinguen como una diosa de origen irlandés. Brigid era una figura tan popular de protección, maternidad y cuidado que puede reconocerse incluso en las opiniones de la diáspora africana.