Ausencias, ausencias que duelen.
Mi padre, una de las piezas del puzzle que me faltan desde hace 30 años y que aún duele.
Tras larga lucha contra el maldito cáncer, se me fue. Yo tan solo tenía 5 años y aún recuerdo. Recuerdo cosas que quizás nadie se pudiese imaginar en la memoria de una niña.
Son muchos los buenos momentos que quedaron en mi memoria, pero también esa sensación de delicadeza pura. En sus últimos momentos en el hospital, tras días sin vernos, y sin casi dar abierto un ojo, mi nombre salía por su boca en repetidas ocasiones. Así que mi familia decidió llevarme, llevarme para que pudiera verme y descansar en paz. Aún recuerdo tal como si fuera ayer, entrar en esa habitación con luz tenue, y ver como si él estuviera ausente. Mi madre lo acarició y le dijo: Gerardiño, está aquí María. Al momento me subió a la cama y me dijo: abrazalo!
Todo fueron escalofríos y miedo, al sentir que si yo lo abraza quizás podía lastimarlo. Pero con su mayor esfuerzo pudo abrir un ojo, pasarme el brazo por encima y pronunciar mi nombre. No podría describir el significado de este momento que quedó grabado para siempre en mi memoria. Después de esto, la siguiente madrugada mi padre se fue para siempre.
Tras el paso de los años por esto he quedado eternamente agradecida, primero a mi madre por decidir que yo tenía que estar allí en ese preciso momento, y a mis tíos por haberme llevado. Este recuerdo fue para mí como la despedida que inconscientemente le di. Como haberle dado el último adiós sin querer.
Después de todo, mi madre, valiente y luchadora nata, hizo lo imposible para continuar y darnos a mi hermana y a mi la mejor vida y educación que pudiésemos tener. Hoy día gracias a ella priman los valores y la importancia de ser humilde en esta vida.
Hace unos pocos meses compartí este recuerdo con mis tíos. Cuando yo les dije lo que recordaba, se miraron y automáticamente dijeron: ves, ya sabíamos que no deberíamos haberte llevado! Pero mi respuesta es sencilla, en absoluto fue un error, para nada! Esto para mí significó la despedida en la que no pensaba. Eso jamás es un error!
Hoy, yo tengo un niño que apenas en poco tiempo cumplirá 5 años. Y se me pone la piel de gallina si imagino por un momento que le falte tan pronto alguna pieza tan importante de su puzzle.
Por eso queridos amig@s, pido por favor cuidemos todos y cada uno de esos momentos que pasemos con nuestros niños. Hagamos de cada pequeño detalle un momento inolvidable. Creemos con ellos todos cuantos momentos felices podamos. Porque en su memoria quedara todo lo bueno, persistirá hasta lo que nunca imaginamos. Hagamos que esas futuras ausencias inevitables, se sopesen con todo lo bueno vivido!
Feliz lunes amig@s, y feliz comienzo de semana!😘