El Dr. Herbert Shelton escribió un artículo completo titulado Influenza en 1944. En dicho artículo afirma:
“Los médicos y los pacientes rara vez se dan cuenta de hasta qué punto el tratamiento es responsable del aumento y la prolongación del sufrimiento y la muerte. Los médicos no son conscientes de su falacia de 'comer muchos alimentos nutritivos para mantener su fuerza'. …El delirio, el espasmo, la peritonitis, la neumonía, la pleuresía, los problemas cardíacos, la enfermedad del sueño, etc. se enumeran entre las complicaciones de la influenza. Estos se desarrollan en aquellos que son alimentados y drogados.
Ya sea que la condición sea un resfriado severo, influenza o neumonía, lo primero es dejar de comer. No se debe permitir absolutamente ningún alimento, pero sí agua, hasta que los síntomas agudos hayan desaparecido. No se debe recurrir a drogas de ningún tipo.
Vete a la cama y descansa. Manténgase caliente. Descanso, ayuno, calor: estas son las necesidades. Tenga mucho aire fresco en su habitación. En estas condiciones usted podrá estar en cama y recuperarse en poco tiempo sin complicaciones ni secuelas.
No necesitas tratamiento. La fiebre, la inflamación, la tos, etc. constituyen el proceso de curación. Simplemente apártese de su camino y permítales completar su trabajo. No trates de ayudar a la naturaleza, ella no necesita tu insignificante ayuda, solo te pide que dejes de interferir”.
Un mensaje final:
Cuando se implementan medidas higiénicas en una etapa temprana de una enfermedad, como lo sugieren el Dr. Trall y Herbert Shelton, antes de que se desarrollen síntomas graves, la enfermedad invariablemente evoluciona, es decir, NO se desarrolla. La recuperación es rápida y completa. Cuanto más prolongados y graves sean los síntomas, mayor será el tiempo necesario para la recuperación. Esto es de sentido común, pero no comúnmente entendido.
Recuerda: el poder que te creó y te hizo crecer es el mismo poder que puede curarte.
Nota : es importante aconsejar que habría que buscar a un médico comprensivo si tiene alguna enfermedad grave y aguda (aunque sabemos que actualmente no es nada fácil), idealmente uno que tenga un buen conocimiento de la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo.