El frío ya ha calado en los huesos.
Este corazón se alimenta a base de tropiezos.
Me pregunto cómo he llegado hasta aquí.
Sin poder decir, sin poder vivir.
En el piso de arriba una pareja ríe.
En el piso de abajo un alma triste.
Que de gris se viste, que se embiste.
Que busca la consolación de redimirse.
Me adentro en el océano profundo del recuerdo.
Nadie salió a salvo tras el naufragio del tiempo.
Vestiría de lágrimas, pero lo contengo.
Zapatos esperanza, pero no los tengo.
Pisando allá donde puedo.
En duelo con el duelo.
Sin intención de herirte, lo juro.
Pero sin hallar consuelo.
Con solo dos palabras sinceras.
Saldríamos de este mismo agujero.
"Te...".
Y la segunda no es "quiero".
