A ti, mujer, que con tu fortaleza eres capaz de generar vida, y que en este drama cósmico te tocó vivificar el multifacético papel de ser madre, guerrera, bruja y niña. A ti, que demuestras tus portentosas capacidades cual jerarca, y te manifiestas, te revelas y te desmitificas con integridad y temeridad como lo que eres; una sabia y portentosa matriarca.
Simbolizas la definición palpable de la sensualidad y la delicadeza, pero sin dejar de albergar en tus arduos instintos defensivos al dominio y la fiereza. A ti, que con tu belleza desatas los torbellinos vehementes de la extravagancia y el placer, pero que a la vez sosiegas y disipas con un tierno arrullo a los lúgubres temores que emite un profuso anochecer.
Mujer, yo te escribo y dedico estas sublimes palabras que quizás subsistirán a la postre, pues indudablemente solo tú posees ese peculiar talento natural para domar, dominar y enamorar con locura y pureza sin igual a cualquier hombre.
- °Astralnauta°
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