A la mujer de la mirada gris, desde una fotografía cualquiera en el infierno

Original
This post's author has indicated that the content is his/her own.
Post image : Image created by...
Image created by Stable Diffusion Online.

“¿Recuerdas aquella noche? El jazmín, la luna y el sereno cantando la hora. Fue nuestra primera cita, y como bien dirías en el futuro con tu voz y con tu mirada triste de demonios pasados, “la magia de nuestra historia se escribe sola”. Aquella no fue la cita perfecta, sin embargo, no cambiaría lo que sucedió bajo la atenta mirada de Selene. Sí, lloraste al recordar el camino que anduviste hasta el banco de piedra que nos sirvió de asiento, al revivir tus “noches moradas de puerta cerrada y de lágrimas del sabor del hierro”. Te hicieron creer que no merecías las caricias, y tras ese quinto aniversario, pudo acabar contigo hasta en tres ocasiones. El odio y los celos empequeñecen a cualquiera, antes, durante o después, es lo mismo. Nuestro destino tiene una peculiar manera de mover nuestros hilos, pues el enésimo golpe que recibiste te decidió a abandonar a ese monstruo. E ironía exenta de diversión, un golpe con el parachoques de tu auto te trajo de nuevo a mi vida. “¿Cuán frecuente ha de ser que un reloj contenga una pregunta para una vida entera?”. No lo sabíamos entonces, pero esa respuesta, como tantas otras, nos la gritaban disfrazada de susurro. Y una rosa partida por la mitad decantó la balanza a mi favor, aun sin tener idea alguna de ello, en aquella primera cita. “Hay situaciones que terminan no siendo perfectas”, te diría como si fueran palabras mágicas y pudieran liberarte del embrujo de ese ser maligno. Pero nunca fui el héroe de mi propio sueño hecho realidad, y dicho sea de paso, tampoco el rey de mi pesadilla. Pero eso pertenece al invierno y lloraste en el parque a principios de otoño. Te he echado de menos, en el pasado, en el presente y en el futuro. También allí, en nuestra primera cita, observando cómo tus manos cubrían tu rostro; con el olor de la tierra mojada comprendiendo el sentir de tus lagrimales y el sonido de las farolas cercanas, cada vez que el sereno las manipulaba. Pero no lo recordaba todavía. Quizá algún día me pase por allí, avance hacia la jardinera, me adentre en las zarzas y use la navaja con la rosa más hermosa, puesto que eso es lo adecuado. No lo dije entonces, no recuerdo si lo diré en nuestra despedida, pero amo tu existencia, adoro la fina línea de tus labios y tu mirada da sentido a los latidos que deliran con una nueva primavera. Te recordaré donde quiera que vaya, donde quiera que esté, donde quiera que deba morir”.

Una mala noche.

If you liked my content sign up to support me and stay updated

9
Donate
0.12€
Activate your creator plan and start monetizing like this post
Cheer up, leave your comment