Los psicólogos, suelen pedirte que te hagas la siguiente pregunta:
'¿Cómo te ves dentro de 5 o 10 años?' Pero a mí me gusta más preguntarme '¿Cómo me gustaría verme con 80 años?'
Y mis respuestas son bastante ociosas y sencillas.
Me gustaría tener vista suficiente, para poder leer cada día.
¿Cuántos libros me permitirá la vida conocer? Me parece mucho más interesante, que escribir. Me gusta separarme de toda esa idea de tener que compartirme como un deber y ser una espectadora más. Después de todo, no se trata sólo de escribir mi historia con cada paso, sino de aprender también de las demás almas que tejen con Sabiduría. De maravillarme, por cada decisión.
Me gusta descubrirme, a través de hábitos repetitivos, que de repetitivo no tiene nada si lo observas bien.
No me gusta enfocarme en si soy buena o mala madre. No creo que nunca alcancemos a satisfacer las necesidades de manera absolutista, de nadie. Pero trato de ser cariñosa conmigo a través de mis pensamientos, porque si hay algo que importa muchísimo es que tengas la conciencia en Paz cuando cumplas 80 años. Ahí todo pesa, así que en vez de meter piedras en mi mochila, me permito ser mi mayor consuelo. Y si la tengo que llenar, que sea de herramientas útiles para poder solucionar los problemas que se presentan por el camino. Porque siempre habrán problemas, y siempre es más difícil dar con la solución. Y aún más difícil, que el orgullo esté por debajo de ellas.
No sé si con 80 años tendré la fuerza de subir escaleras con el deseo de pintar de colores, el techo que puede caer sobre mí. Pero, ante todo espero que mi motivación y conexión con mi hogar sea lo suficientemente fuerte como para que un día, cuándo todos se vayan, no tenga tiempo de esperar a nadie mirando por la ventana.
Texto y ilustración creada a través de IA por:
Ainoa Bravo @wildsoulfairy