
Hace tanto que te extraño que las paredes se han llenado de recuerdos,
en mi memoria se repiten los instantes uno a uno,
en mis manos aún puedo sentir las tuyas,
pasan los años pero el tiempo no borra los matices,
de tu risa que alegraba mis días grises,
hoy mis lágrimas empañan los cristales por los que te veía llegar,
la oscuridad se adueña de esta casa hoy más melancólica,
la soledad se ha adueñado del silencio.