
Sí, ahoga.
Abraxas es el nombre de Geová. No sé qué retorcidas teclas se conectan a sangrantes engranajes ni como es su caprichoso funcionamiento.
La vluntad tan detestable de Schopenhauer parece estar detrás.
Llámame Zenón.
Llámame Séneca.
Llámame Marco Aurelio.
Llámame Epícteto.