
Me deshojo en mil pétalos como una rosa inconclusa,
que pierde el color rosáceo con la lluvia,
como una flor que sacude la tormenta
y el viento la azota tan fuerte que las espinas se quiebran.
Me pierdo en primaveras que se vuelven quimeras,
cuando el invierno se aferra y el sol no regresa,
como la lluvia a merced del tiempo,
¿Quién decide el valor de una rosa?